Datos personales

Gran Avenida # 4150 -El LLANO- SAN MIGUEL-SANTIAGO-CHILE- TELEFONO:5513111 E-mail: psamclaret@iglesia.cl

martes, 20 de marzo de 2012

Semana Santa no apta para personas devotas. por Agustín Cabré Misionero Claretiano.

Otra “semana santa” en nuestra vida. En realidad, todas las semanas deberían ser santas, no en el sentido de semanas beatas sino en el sentido de la verdadera santidad: personas que al experimentar su filiación divina, son creativas y creadoras, libertarias y libertadoras, construidas con bases sólidas y constructoras de un mundo más humano y fraterno. Solamente así seremos dignos de nuestra vocación como hijos de Dios.
La Semana Santa se puede vivir de muchas formas. Hay quienes la “santifican” viendo películas de TV sobre la Pasión o de temas donde aparecen soldados romanos y judíos errantes. Otros simplemente aprovechan los días para irse de vacaciones a Punta del Este o La Serena. Son muchos los que se preocupan de comer mariscos y cocinar pescados como si eso tuviera alguna importancia religiosa. Otros participan en los cultos de devoción: el vía crucis, por ejemplo o alguna actividad solidaria porque por lo menos en dos días del año hay que acordarse de los pobres.
El problema de fondo es que todo eso puede quedar como un barniz que disimula nuestra experiencia religiosa. Ninguna meditación de la pasión de Cristo, ningún vía crucis y ninguna acción litúrgica pueden quedar aisladas de la pasión, el vía crucis y la vivencia de cada día que se da en nuestros pueblos.
Están unidos inseparablemente los latigazos dados a Jesús por los soldados romanos con los que ahora dan las fuerzas policiales reprimiendo las manifestaciones estudiantiles o poblacionales que exigen sus derechos. No se pueden separar los salivazos lanzados al rostro de Cristo de las humillaciones provocadas por los países adinerados a los países que siguen buscando a duras penas un desarrollo mayor. No se puede olvidar que las autoridades religiosas de Israel que pidieron la crucifixión de Cristo pueden estar ahora revividas en leyes y personajes similares que cargan a la gente con fardos de condenas morales como si ellas fueran los propietarios del Reino de Dios. Quien se espante con la desnudez y la debilidad de Cristo en la cruz y no se espante con el escandaloso e injusto reparto de los bienes en nuestros países (Chile y Brasil los de mayor desigualdad social en América latina) estará celebrando una semana santa light que pasará resbalando por su vida cristiana.
Esto que digo puede parecer panfletario y no lo es. Usted mismo lo puede verificar en Isaías 1, 15: “Dice Dios: cuando ustedes rezan yo aparto mis ojos para no verlos, aunque multipliquen sus plegarias. ¡Alejen de mí sus malas acciones, aprendan a hacer el bien! Busquen la justicia y respeten los derechos del oprimido y así aunque sus pecados sean rojos como la grana quedarán blancos como la lana”.
O en Mateo 25: la representación de juicio de Dios a las naciones, en que llama a participar del Reino a los que compartieron el pan, el agua, la ropa, la compañía y el consuelo, con los necesitados y humillados de este mundo.
¿Cómo unir la pasión de Cristo con la pasión el pueblo sin despertar suspicacias, malos entendidos, acusaciones al obispo y divisiones en la comunidad cristiana que celebra su fe? No lo sé. Dependerá de la cultura social y de la prudencia con que se presente el tema. Dije prudencia, que no cobardía, ni tartamudeos, ni explicaciones clericales que dejan todo como estaba y al pueblo de Dios más confundido y oprimido que antes porque se le niega el derecho hasta de pensar.
En estos días voy a centrar mi blog en cuatro enunciados:
Jueves santo: la comida
Viernes santo: el fracaso
sábado santo: la esperanza
domingo de resurrección: la alegría.
Acompaño mi escrito con algunos aportes recogidos por ahí y que pueden ayudar a vivir estos días especiales.
¡Nos veremos, entonces!

No hay comentarios:

Publicar un comentario