Señor, evítame las cruces excesivamente pesadas.
Condúceme por los caminos
no inhumanamente estrechos.
Pero, eso sí, Señor;
No se haga mi voluntad.
Porque, sé mi Señor,
que todo lo que me pides y me das,
que todo lo que pones bajo mis pies,
es porque, previamente, Señor,
sabes que lo puedo soportar
y por Ti entregar.
Condúceme por los caminos
no inhumanamente estrechos.
Pero, eso sí, Señor;
No se haga mi voluntad.
Porque, sé mi Señor,
que todo lo que me pides y me das,
que todo lo que pones bajo mis pies,
es porque, previamente, Señor,
sabes que lo puedo soportar
y por Ti entregar.
Mi alma esta agitada, Señor
Pero sé que, hoy y siempre,
la esperanza que tengo en Ti
no me defraudará.
Pero sé que, hoy y siempre,
la esperanza que tengo en Ti
no me defraudará.
Amén.
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